¡Por fin asistimos a una boda!
Por fin he podido dedicar un rato a un post muy especial quetenia pendiente desde hace días. Y como dice el título, ¡Por fin asistimos auna boda!
Desde nuestra boda en 2016 no habíamos asistido a ninguna, y la verdad es que yo me moría de ganas de vivirlo desde la perspectiva de un invitado porque la última boda a la que asistí fue hace tantos años que apenas la recuerdo… Vivirlo en primera persona es lo mejor de lo mejor, está claro. Sin embargo, ya he mencionado en alguna ocasión que es una verdadera pena que creara este blog después de la boda porque me hubiera encantado compartir todo el proceso que supone una boda, los detalles y toda la lista de cosas en las que hay que poner atención, ¡Y no son pocas! Eso sí, en el último aniversario os mostré algunas fotos de aquel día tan maravilloso que jamás olvidare, podéis verlas aquí.
Uno de los invitados de mi boda asistió a nuestro gran evento en compañía del resto de amigos, pero sin pareja. Pocos días después de la boda este invitado tan especial encontró por fin a la protagonista de su propio cuento, y pocos años después ahí estábamos nosotros, celebrando con ellos uno de los días más felices de su vida ¡La boda!
Aun recuerdo el día que nos dieron la noticia, sus caras reflejaban verdadera emoción e ilusión y unos meses más tarde nos entregaron la invitación que con tanto esmero habían diseñado, llena de detalles personales, nada convencional.
Invitación
Absolutamente todos los detalles de la ilustración tenían un significado para los novios, no dejando nada al azar, cada elemento representaba un momento o hecho especial para ellos. Cuando recibimos la información de la boda vimos que se iba a celebrar un viernes de principios de octubre en horario de tarde. Lo primero que pensé fue: “Vale genial, ¿Pero que me pongo? Estaba claro que me iba a tener que comprar un vestido largo, pero tenía serias dudas sobre si escogerlo de tirantes, manga tres cuartos… ¡No tenía ni idea!
Finalmente acudí a una tienda local que me habían recomendado varias personas y justamente allí encontré lo que buscaba. ¿Color? ¡Azul, of course! Os recomiendo esta tienda, la atención es muy buena, tienen una gran variedad tanto de vestidos como de complementos, la calidad
es buena y los precios muy interesantes. Os dejo el enlace de su cuenta de IG, se llama Chesco By Chedes y está ubicada en el centro de Playa de Aro.
Mi vestido: Al final me decidí por este vestido de tirantes de líneas muy sencillas, pero con el detalle de la obertura en la espalda. Lo combiné con un clutch en tonos dorados y una diadema. Para no pasar frio escogí una chaqueta de punto de Anna Field que ya os mostré aquí y unos zapatos comodísimos también de esta firma.
Lugar: La ceremonia tuvo lugar en la catedral de la de Reus, la ciudad natal de la novia. Posteriormente, nos desplazamos al lugar de la celebración: L’Orangerie de Clos Barenys, en Vila-Seca.
Los novios: ¿Que puedo decir? ¡Estaban absolutamente radiantes! El novio, elegantísimo, vestido de chaqué no paró de sonreír en todo momento, aunque al principio se le notaba el nerviosísimo típico de los primeros momentos, antes de que todo empiece. La novia apareció como un ángel: espectacular y arrebatadora, con un precioso vestido de Pronovias que le quedaba como anillo al dedo. Una gran trenza a la espalda y una sonrisa de oreja a oreja. Los dos protagonizaron momentos indescriptibles, reconozco que solté algunas lagrimas en más de un momento.
Los detalles: Viendo la invitación de la boda, repleta de detalles, no es de extrañar que la boda estuviera organizada meticulosamente, cuidando hasta el más mínimo detalle. A la salida de la iglesia, nos entregaron unas bolsitas de cartón que contenían arroz. Todo personalizado con los nombres de los novios.
Al llegar a l’Orangerie los detalles continuaron, la organización de las mesas se exponía de una forma muy original, siguiendo el estilo del sector profesional al que ambos novios se dedican, el Derecho.
Además, en las mesas de los invitados no faltaron detalles significativos de cada uno de ellos. ¡Pura personalización!
Detalles de los baños
Sensaciones: Para concluir, os diré que fue una bodaextraordinariamente emotiva, “como todas” podréis pensar, pero no, fueemocionante en mayúsculas, de aquellas que recuerdas para siempre. Ver a personasa las que quieres celebrando su unión de una forma tan bonita es algo difícilde olvidar. Que menos que desearles toda la felicidad del mundo. ¡Gracias por esosmomentos!
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